HARÁN DE LOS CEMENTERIOS SUS CATEDRALES Y DE LAS CIUDADES VUESTRAS TUMBAS - Darío Argento y Lamberto Bava, 1985



CINE-FÓRUM LITERARIO PARA EL DESARROLLO DE UNA CULTURA APOCALÍPTICA Y EL ESTUDIO DE LA DEMONOLOGÍA

lunes, 29 de enero de 2024

Noche de niebla

 


De la mano de John Carpenter, una fascinante exposición sobre la nocturnidad y el hechizo que conlleva. Desde las doce de la noche a la una de la madrugada, según el tópico establecido, es el tiempo de los espíritus que recorren la oscuridad que a todos nos envuelve a esas horas. En este caso, la niebla, que se presenta como un fenómeno natural, es portadora de figuras fantasmales, expresión del sueño de la realidad, pues la neblina hace que el mundo parezca sumido en un sueño de muerte e inacción, el profundo invierno que nos cierra la visión de algún posible horizonte.

La melancolía, la tristeza, la apatía, los trastornos del sueño, las visiones espectrales, apariciones, y una extraña inquietud anímica suelen estar asociadas a la aparición de la niebla. De hecho, los trabajadores sanitarios de los hospitales pueden dar testimonio de que en noches de niebla - y más todavía si también hay luna llena - a los enfermos les cuesta mucho más conciliar el sueño, se muestran más nerviosos de lo normal, tienen pesadillas, ideas y visiones extrañas. La demonología enseña que la tormenta, la ventisca o la niebla son portadoras de las huestes satánicas, aunque lo único que podemos decir es que, de alguna manera, la niebla es un fenómeno atmosférico que perturba el funcionamiento normal de la mente humana y, en consecuencia, durante esas horas nocturnas estamos más vulnerables ante la influencia demoniaca.