HARÁN DE LOS CEMENTERIOS SUS CATEDRALES Y DE LAS CIUDADES VUESTRAS TUMBAS - Darío Argento y Lamberto Bava, 1985



CINE-FÓRUM LITERARIO PARA EL DESARROLLO DE UNA CULTURA APOCALÍPTICA Y EL ESTUDIO DE LA DEMONOLOGÍA

martes, 19 de julio de 2022

El mensaje de Varg

 


"Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente!. Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca" - Apocalipsis 3:15-16


Si existe una película con un planteamiento radical acerca de los satanistas, en la cual el cristiano puede verse reflejado en el "negativo" de esa imagen radicalmente opuesta a los valores de la Ley de Dios, esa película es sin duda Lords of Chaos. Quizás como inmersión en la cultura del Black Metal sea un tanto superficial - puesto que no todos los artistas que trabajan en ese mundo son satanistas declarados y conscientes de serlo - pero cuenta la historia de un grupo de jóvenes que verdaderamente se apartan del mundo para vivir una propuesta de vida radical, desde el nihilismo y la misantropía más enloquecidos. Para estos jóvenes se trata de hacer el Mal sin remilgos, destruir a los demás y destruirse a sí mismos, rindiendo culto a la muerte, la sangre y las vísceras. Ahora bien, basándose en hechos reales, la película establece un antagonismo entre Euronymous, para quien la práctica del Mal es una forma de llamar la atención, de exhibicionismo, de crear una estética innovadora, popularidad o mero reclamo comercial, y "Varg" Vikernes, quien apuesta radicalmente por el Mal, como filosofía de vida, espiritualidad gótica en el polo más extremo del espectro, y verdadera religión satánica. El caso es que Varg asesina a Euronymous porque siente que ha traicionado la misión y el verdadero propósito del grupo. Para Varg, alguien tibio que habla mucho pero no alcanza el Ser, que finge para llamar la atención pero no cree en lo que dice, no merece seguir viviendo.  

En esta película, por otro lado, la enseñanza demonológica puede extraerse desde la mirada a una cultura nihilista que posee las mentes de sus súbditos utilizando los aberrantes ritmos del metal oscuro y la imitación a la imagen del zombi como parte de ese culto a la muerte, de reconocerse muertos en el alma, pero desde el morbo y el afán de destruir a toda vida. Pero lo más importante es ver como la radicalidad del mensaje de Varg es una imagen simétrica y opuesta a la radicalidad del evangelio cristiano, siendo la de Varg, frente a la tibieza de Euronymous, la actitud correcta, aunque esté ubicada en el lado oscuro. Ojalá los hijos de Dios o los que aspiran a ser hijos de Dios sean radicalmente santos, practicando tolerancia cero con la distancia entre lo que decimos y lo que hacemos, sintiendo verdadero asco ante el mal y la iniquidad, sabedores de que no se va a la iglesia para hacer amigos sino para cumplir una misión, que estamos aquí para sufrir por la verdad sabiendo que es mejor hablar menos y ser más, que debemos llorar y padecer porque no estamos viviendo conforme a las leyes del Cielo y porque la miseria espiritual afecta a las iglesias, y canalizar el dolor de forma que convirtamos la vida en un acto de bondad radical y sin contemplaciones para con el mundo y la lógica humana, exactamente igual que hizo Cristo. 


jueves, 14 de julio de 2022

El terror y la realidad anticipada

 


En la película 28 semanas después podemos ver, a base de fotografía y acción hiperrealistas, uno de los escenarios más horrendos que la imaginación pueda concebir. Pero de entre todas las horroríficas secuencias o situaciones planteadas, vamos a detenernos un momento en la que posiblemente sea la más dolorosa de todas y la más cercana. Es aquella en la cual un hombre y una mujer, casados y con hijos, se reencuentran en la cámara de un hospital y se dan un beso. Ella es portadora de un virus letal, aunque inmune, y el hombre carece de esa inmunidad. Se convierte en una secuencia angustiosa porque el espectador sabe la catástrofe que sucederá en cuestión de pocos segundos. Esa forma de mezclar o solapar lo bello con lo terriblemente macabro nos recuerda a la situación real vivida en este pandemonium del covid-19, donde abrazar o besar a nuestros seres queridos puede esconder una tragedia futura. 

Para muchos, la ciencia-ficción, la fantasía y el terror son géneros de evasión o divertimento. Aquí vamos a considerar, sin pretender obligar o inducir a nadie a comulgar con ello, esa otra perspectiva que dice que la fantasía y el terror sirven para ampliar nuestra vivencia y percepción del mundo, y hacerlo desde el pasado, pasando por el presente y mirando hacia el futuro. En pocas palabras: el cine de terror hay que tomárselo muy en serio, como "lectura" sobre la sociedad de la que formamos parte, como enseñanza acerca de los seres espirituales que nos acechan desde el mundo invisible, y como vivencia religiosa en cuanto a que nos remite a la guerra espiritual contra el mal. Por otro lado, el cine de terror presenta dos problemas también muy serios. El primero, hollywood ha representado a Satanás y a sus huestes con unos atributos de poder y capacidad de destruir que no tienen en realidad. En las películas el poder del mal está sobredimensionado, y ello en cierta forma supone rendir culto y pleitesía a Satanás. El segundo problema tiene que ver con los trastornos mentales provocados por un consumo excesivo, o incluso, como advierten muchas personas desde el entorno de las iglesias, la posibilidad de sufrir algún tipo de influencia o posesión demoniaca cuando una persona no consagrada a Cristo, o con escasa o nula formación espiritual, se expone a las imágenes de una película de terror ( en este cineforum ya hemos apuntado que los espíritus malignos se alimentan de emociones como el miedo ). Es decir, Satanás no tiene tanto poder como a veces se le supone, pero si vamos por la vida sin el filtro de la armadura de Dios podemos caer fácilmente.


"Nunca imaginé que viviriamos algo como esto". ¿ A cuántas personas se lo habéis oído decir desde que empezó la pandemia ?. Son muchas, y es lógico, son personas rotas por dentro y son las que más sufren a nivel psicológico. Sin embargo, las personas que hubieran atendido al género del terror y la fantasía como una forma de ampliar su percepción del mundo y de las realidades latentes, han llegado a la pandemia mentalmente mejor preparadas. Es como una "terapia de choque" en la cual el posible miedo a un futuro apocalipsis zombi se ve atenuado por ejercitar la imaginación a través del cine fantástico, donde la persona imagina una situación, va familiarizándose con esa situación, y va desarrollando una disposición mental para recibirla en la realidad por mucho que, como suele decirse, la realidad supere a la ficción y a nosotros mismos. Por supuesto,  al margen de si vamos a tener que vivir o no una catástrofe zombi, lo importante es la comunión con Dios, aunque la imaginación entrenada con películas de terror y el fortalecimiento mental producido ante situaciones extremas también es interesante de ver.

    


 

viernes, 8 de julio de 2022

Los endemoniados y el influjo de Venus

 


Ya no nos vale ningún tipo de propaganda de progreso y democracia. La realidad es esto, la misma película de George A. Romero estrenada en 1968. No existe la libertad del individuo fundamentada en la bondad que proviene de Dios, ni verdadera vida política, ni el futuro está en nuestras manos, como algunos pregonan. Somos autómatas, títeres del sistema, hombres sin alma, colectivo de ignorantes gobernados por las élites del planeta tierra. Llevando todo esto al terreno de la teología, puesto que la humanidad se ha alejado de Dios, y por tener el alma muerta en cuanto a que carecemos de las virtudes del Espíritu, somos endemoniados a merced del Maligno.

La noche de los muertos vivientes establece, si vamos a lo más inmediato, una caracterización de la hora de tinieblas, y de un recorrido hacia ella. Tom Savini se preocupó por dejar unas breves panorámicas del atardecer como transición hacia la noche, algo que no sucede en la película de Romero. En la de Romero empieza la narración bajo la luz solar y, en pequeños pasos muy abruptos (tan abruptos como la irrupción del mal y la locura en la escena), nos introduce en la noche sin que el espectador pueda apenas ser consciente de esa transición. No obstante, el recorrido tiene un punto de inflexión clave: cuando la protagonista femenina se arrodilla ante el sepulcro y comienza a orar y, en respuesta a ello, su acompañante masculino comienza a frivolizar respecto a la oración y la vida religiosa familiar. En ese momento se produce un extraño "salto" de raccord en la secuencia, y estalla una tormenta sobre los personajes y el paisaje circundante, constituyendo la primera avanzadilla de las tinieblas. De hecho, el sonido de un viento fantasmal y de la tormenta acompañan la narración casi hasta el final, como atributo del mal y de la materialización de las huestes demoníacas en la realidad. La casa donde los personajes se refugian durante la noche se convierte en imagen de ese hogar que ya no existe y ya nadie tiene, un lugar de posible pero inalcanzable refugio y calidez, asediado por las fuerzas malignas hasta su inevitable desmoronamiento.

Por otro lado, parece que existen en la película unas nociones muy generales sobre la demonología tal y como la hemos entendido en este cineforum. Se da una explicación científica para al extraño comportamiento de los "zombis", y al porqué de la "resurrección" de los muertos. Una extraña radiación procedente del planeta Venus, transportada a la Tierra por una sonda espacial, es la que produce una mutación en el cerebro humano y en consecuencia ciertos "espíritus" (demonios, claro) poseen y controlan el cuerpo humano. Ya vimos como la perturbación de las funciones cerebrales naturales y normales provoca que se rompa el "filtro" y protección que Dios nos ha dado para protegernos de las influencias demoníacas. Así que, a pesar de lo rocambolesco de la explicación dada en la película, Romero no iba tan desencaminado respecto a nociones de demonología y parece que intentaba trasmitir algo más que un mensaje de crítica social. Y quizás el simbolismo y la mitología tienen también un papel importante; la radiación procede del planeta Venus, y la Diosa Venus, en la tradición ocultista occidental, es una imagen del eros, del deseo carnal en su sentido más perverso. Y cualquier conocedor de esa tradición ocultista sabe que la Diosa Venus no es más que una de las máscaras o atributos de Satanás. De ahí que los "zombis", por esa carnalidad perversa a la que nos referimos, se dediquen precisamente a devorar cuerpos humanos. 

Por último, se rumorea, desde hace ya muchos años, la posibilidad de un holocausto "zombi" en la vida real, y ahora en un mundo permanentemente pandémico y en una cuenta atrás hacia el "apocalipsis" que pregonan los medios de comunicación, la posibilidad se hace más cercana y sugestiva. Hay bases bíblicas y científicas para afirmar que sí puede ocurrir, y que posiblemente ya esté sucediendo aunque de manera muchísimo más sutil de lo que vemos en las películas. El cine de terror nos habla de la realidad ( a la manera de un profeta ) pero la realidad no es exactamente como en el cine de terror. 




domingo, 3 de julio de 2022

Romero y la demonología

 


Los "zombies" de George A. Romero han representado a la sociedad industrial, en masa y como colectivo, víctima de un estado de trance que la posee, le destruye el alma y, manejada por fuerzas demoníacas, queda transformada en una bestia que persigue y devora todo lo que aún tiene vida. No obstante, como se afirma en la versión filmada por Tom Savini, "nosotros somos ellos, y ellos somos nosotros", apuntando hacia la maldad corriente y latente del ser humano normal, siempre desde esa intención de crítica social y postura nihilista, tan definitorias de Romero. Pero aparte de todo eso nos interesa especialmente ese ritual en torno a las ventanas que, en cada anochecer y a lo largo de esas horas de tinieblas, hay que sellar y reforzar para protegerse de esas fuerzas malignas que acechan desde el exterior del hogar. Así pues, digamos que Romero llega a la demonología sin pretenderlo, como lo haría un ateo que sólo quiere disertar sobre la sociedad de consumo y el estado de corrupción y pobredumbre en que se encuentra el alma humana, y omite ese trasfondo bíblico y espiritual acerca del verdadero origen del mal. Lo iremos viendo.