HARÁN DE LOS CEMENTERIOS SUS CATEDRALES Y DE LAS CIUDADES VUESTRAS TUMBAS - Darío Argento y Lamberto Bava, 1985



CINE-FÓRUM LITERARIO PARA EL DESARROLLO DE UNA CULTURA APOCALÍPTICA Y EL ESTUDIO DE LA DEMONOLOGÍA

miércoles, 13 de noviembre de 2024

Todos vivimos en Salem's Lot (II): Ben Mears

 

             Ben Mears, un hombre "bueno" que lucha por sobrevivir en la oscuridad del mundo


El sheriff Parkins, ese mismo personaje que afirma la muerte en vida de los habitantes de Salem's Lot, es quien nos da una definición de en qué consiste dicha muerte. En una secuencia anterior al elocuente diagnóstico, afirma que ya no existen hombres buenos. Es decir, la muerte es igual a ausencia de bondad. Por tanto, si hablamos de decadencia cultural y espiritual en nuestra sociedad, estamos diciendo también que el verdadero significado y sentido de la cultura y de la espiritualidad consiste en cultivar la bondad.

El sheriff Parkins formula una pregunta: ¿Cuándo fue la última vez que vio usted a un hombre bueno?, pregunta que va dirigida, precisamente, al cura del pueblo. Y tras esto, en un magistral uso de la elipsis gracias a una perfecta labor de montaje ( cuando salga la edición de 180 minutos probablemente esto se irá al traste ), vemos inmediatamente la imagen de Bean Mears, significando que ése es el hombre bueno, el extraño, el forastero del que muchos en el pueblo recelan. La bondad del personaje viene reflejada, en primera instancia, por el acierto en el casting. Los ojos de Lewis Pullman transmiten melancolía, y ese enigmático encanto que suelen tener las personas introvertidas y reflexivas. Creo que estamos de acuerdo en que éste Ben Mears es el tipo de persona que inspira confianza, que nos gustaría tenerlo cerca siempre. Tiene una contraparte, no obstante; es escritor y, en consecuencia, es persona de dudosa reputación. La gente que escribe, que piensa, que investiga, suele incomodar a muchos, y esto se da en escritores profesionales o en simples escritores aficionados. Pero vayamos al asunto, ¿por qué Ben Mears sobrevive al apocalipsis final acaecido en Salem's Lot?. Ya lo estamos viendo, porque es un hombre "bueno". Pero ¿cuál es el matiz, qué es lo que lo distingue del resto de personajes?. La humildad, en una palabra. Salem's Lot está dominada por el orgullo vanidoso de sus habitantes, los arraigados, los que creen ser de alguna parte. En cambio, Bean Mears viene a ser un hombre de ninguna parte, sin identidad, tratando de definirse a través de la memoria, las letras y los recuerdos, y aunque esa ausencia de arraigo e identidad es un problema para él, le confiere un perfil psicológico muy favorable a tener una disposición humilde.   

 

martes, 12 de noviembre de 2024

Todos vivimos en Salem's Lot (I)

 


Hablemos un poco de la profecía del sheriff Parkins Gillespie


En la versión del 2024, el sheriff Parkins Gillespie ( gran interpretación de William Sadler ) aparece como encarnación de la desidia y el desencanto, con actitudes bastante cínicas en algún momento, pero es quien dice una frase crucial, una frase que no aparece en la versión de Tobe Hooper y que apunta a la enorme relevancia sociológica que tiene esta película, y que desde aquí lo llevamos al terreno de la demonología. 

Viene a decir este personaje que las gentes de Salem's Lot están muertas, y lo están - a pesar de que cada mañana se levantan para hacer sus tareas, para ir de compras, para ir al cine o al gimnasio -  desde hace mucho tiempo. O sea, que cuando una sociedad está espiritual y moralmente vacía o deprimida, cada uno de sus miembros se convierte en un recipiente idóneo para los demonios. Lo que le sucede a Salem's Lot es lo que le está pasando a todas las ciudades de norteamérica, lo que pasa en Europa, y en cada uno de nuestros pueblos y ciudades. Si entramos en declive cultural y espiritual, Satanás toma el control de nuestra sociedad y hace que todos vivamos como muertos vivientes. A menudo los analistas comentan que Stephen King se inspiró en la depresión colectiva de la sociedad norteamericana consecuente al desastre de la guerra de Vietnam, pero esto tiene una amplitud mucho mayor.  Es otro ejemplo más de la destrucción del alma en la sociedad actual.