HARÁN DE LOS CEMENTERIOS SUS CATEDRALES Y DE LAS CIUDADES VUESTRAS TUMBAS - Darío Argento y Lamberto Bava, 1985



CINE-FÓRUM LITERARIO PARA EL DESARROLLO DE UNA CULTURA APOCALÍPTICA Y EL ESTUDIO DE LA DEMONOLOGÍA

domingo, 20 de marzo de 2022

Merrin y el ataque diabólico

 


De entre todos los aspectos que merecería resaltar de la película El exorcista destaca su carácter profético, por cuanto nos estaba hablando en 1973 de la situación mundial en la actualidad, en pleno año 2022. Pero antes que nada, repasemos las palabras con las que Merrin advierte y previene a Damien Karras en los instantes previos al ritual del exorcismo:

"Es especialmente importante evitar todo diálogo con el demonio. Podemos preguntar lo necesario, pero todo lo demás es arriesgado. El demonio es un mentiroso, mentirá para confundirnos, mezclará mentiras con verdades para atacarnos. Su ataque es psicológico, Damien, y muy fuerte. Así que no escuche. Recuérdelo, no escuche." 

La Palabra de Dios describe al adversario de Dios y de los hombres como el gran engañador, maestro absoluto en manipulación, apariencias, tentador y conocedor de allí donde más le duele a cada alma y a cada sistema de vida colectivo. Un observador imparcial en seguida se da cuenta del ataque psicológico a la población mundial que está teniendo lugar desde que empezó la pandemia en 2020, y sin la cual este cineforum nunca habría existido, porque nunca antes la realidad ha tomado una configuración tan diabólica como desde entonces ( al menos para todos los nacidos en tiempos posteriores a las grandes guerras del siglo XX ). Por tanto, esas palabras de Merrin, desde la situación micro de una ficción cinematográfica que muestra los ataques satánicos a la familia de Regan y a los sacerdotes, están describiendo nuestra situación actual a nivel colectivo y macrodemonológico, donde apenas ha terminado, y con escasas esperanzas de que alguna vez termine de verdad la pandemia, ya han bombardeado a la población con amenazas de guerra mundial y holocausto nuclear. Tanto la Biblia como el espíritu de profecía le atribuyen a Satanás el poder de la tormenta y de los grandes trastornos climáticos, poder para contaminar el aire con virus y bacterias, provocar terremotos y azuzar los fuegos de la guerra destructiva. Pero todo ello forma parte de la estrategia de la guerra psicológica contra la población para alcanzar determinados objetivos, y somos testigos de ello, está pasando, y este cineforum no tendría ningún sentido si no es para tomar plena conciencia de ello. 


No escuchar ni dialogar con el demonio, de eso se trata. No pretender averiguar donde está la verdad en un mar de noticias confusas, barbaridades y contradicciones que nos llegan todos los días desde los satánicos medios de comunicación, y ahí entran tanto los medios oficiales y mayoritarios como los minoritarios o supuestamente libres o independientes, pues esos medios de comunicación forman parte de la voz de Satanás en el mundo. Mirar solo a Cristo y a su palabra, porque ahí está la única guía segura. Y lo único que se sabe de cierto es que Satanás está detrás de todo, y quiere su objetivo, y su objetivo es destruir. Fuera de ese margen de certezas, nunca sabrás quién te está diciendo la verdad respecto a tantas preguntas sobre cuestiones de salud, política, manipulación, clima o religión. No escuchar ni dialogar con el demonio.


Los demonios están tratando de moldear a la población mundial de cara al futuro - o ya presente - gobierno mundial de carácter totalitario. Satanás quiere usurpar el trono de Dios en la tierra, y Dios es tan misericordioso y justo que le va a dar su minuto de gloria, precisamente porque Cristo no es un dictador totalitario. Entonces, la pregunta que nos surge es, como individuos, qué podemos hacer para encontrar la libertad y no ser arrastrados por esa marea mundial, cómo permanecer fieles a la verdad y ser peregrinos en el territorio dominado por la serpiente. La Palabra dice: "...expulsad demonios, curad enfermos, predicad el evangelio...". Y desde aquí ya enlazaremos con la parábola de la langosta buena que vemos en Exorcist II: The heretic.  




lunes, 14 de marzo de 2022

Demonopatía y trastornos mentales

 


Mientras, poco a poco, vamos recuperando y volviendo al ciclo dedicado a la película El exorcista y sus secuelas, conviene matizar o corregir algunos apuntes anteriormente publicados. 

Habíamos apuntado que, como suele afirmarse en algunos ámbitos religiosos, los demonios provocan enfermedades mentales, o las suscitan o inducen de algún modo, con lo cual caeríamos en el error de suponer o decir que todos los enfermos mentales están bajo influencia demoníaca. No porque no fuera cierto ya que, de hecho, y como se ha recalcado desde este cineforum virtual, todos los seres humanos sin excepción están bajo la influencia de fuerzas e inteligencias no humanas, sino porque podemos entender que el origen de la enfermedad mental es otro distinto. Repasemos, pues, toda la película y la narración acerca de como Regan MacNeil va degenerando hasta ser poseída por espíritus malignos. 

Se nos da, primero, una pista mostrando ese tablero ouija con el que juegan madre e hija. Pero, a efectos de lo que queremos apuntar aquí, es mucho más importante el trauma de una adolescente que vive la separación de sus padres, y el desorden afectivo y emocional que ello supone. Concretamente, en la consulta del neurólogo, se le diagnostica un trastorno de ansiedad de tipo hiperactivo. Y es a partir de ese trastorno de ansiedad desde el cual la película va tejiendo la gradual aproximación del ente demoniaco al alma de Regan hasta poseerla. Primero solo se ve, mediante flashes muy rápidos, el rostro del ente que acecha a Regan desde algún lugar de su mente, entendiendo esto como una fase de influencia demoníaca interna, lo cual significa que el espíritu maligno produce visiones internas desde el mundo subjetivo de Regan. Esa misma imagen del rostro demoníaco aparece en los sueños de un Padre Karras afectado por el alcohol y la depresión debida al trauma de haber perdido a su madre en condiciones dramáticas. Si alguno cree que no se puede aprender demonología viendo películas, que se fije en esos detalles que muestran que los guionistas han hecho una rigurosa y concienzuda labor de investigación de casos antes de preparar la película. Son los traumas vividos, junto con los consecuentes daños psíquicos, los que hacen que las personas sean más vulnerables ante los ataques satánicos. Un divorcio o una familia desestructurada son la forma de dejar abierta esa ventana por la cual el Maligno puede entrar en nuestras vidas.


En resumen, podemos ver a los demonios detrás de todos los desequilibrios mentales, o podemos pensar que todo tiene una explicación meramente psiquiátrica, pero visto lo visto tanto en las ilustraciones que nos ofrece el cine como en los manuales de psicopatología, no parece sensato decir que los demonios provocan enfermedades mentales. Como ya dijimos, los daños causados en el sistema cerebro-mente nos dejan sin la armadura de protección que Dios nos ha dado, y entonces aparece el trastorno, y los demonios pueden alimentar la enfermedad y agravarla. Pero, en general, el origen de las enfermedades mentales está relacionado con los hábitos no saludables o la ausencia de oración y comunión con Dios.