HARÁN DE LOS CEMENTERIOS SUS CATEDRALES Y DE LAS CIUDADES VUESTRAS TUMBAS - Darío Argento y Lamberto Bava, 1985



CINE-FÓRUM LITERARIO PARA EL DESARROLLO DE UNA CULTURA APOCALÍPTICA Y EL ESTUDIO DE LA DEMONOLOGÍA

lunes, 25 de marzo de 2024

Nos acechan desde el profundo bosque

 



Sam Raimi, al tiempo que se divertía con su grupito de amigos, fabricó una demonología esencial, basada en las creencias más ancestrales sobre los espíritus del bosque y de las zonas montañosas. Daba presencia a esos demonios con un gran sentido cinético, con esos ya clásicos travellings mediante los cuales los espíritus cobran vida y movimiento en sus planes de poseer y destruir a las almas de los vivos. En honor a su título, estas películas hablan sobre muertos en vida, pues no hay nada más terrible que morir o vivir convertidos en una especie de autómatas o marionetas de los demonios.

En Evil Dead (1981) las primeras imágenes son ya la presencia invisible pero real de los demonios del bosque avanzando hacia el coche del grupo de amigos, al que tratan de accidentar. Posteriormente, y tras la pronunciación de unas palabras mágicas, se liberan demonios de la noche que avanzan por el bosque hacia la cabaña donde están los personajes humanos. Una chica, que parece ser sensitiva y especialmente receptiva a la presencia de los espíritus, será la primera en ser seducida y poseída, bajo la advocación de Join Us


Con ese mecanismo tan sencillo y lineal, la trama avanza hasta que todos terminan poseídos, incluído Ash- Bruce Campbell en el último suspiro de la película. Evil Dead (1981) es una película esencial y arquetípica, jugando con elementos sustanciales para el terror y las historias sobre espíritus y magia negra: una vieja cabaña en el bosque, un libro viejo y abandonado sobre conjuros e imágenes demoníacas, y un grupo de gente que pasa la noche en la cabaña y serán las víctimas. Pero, por encima de todo, la grabación en magnetófono de la voz de un erudito cuya curiosidad y pasión por todo lo oculto y todo lo que habita en las oscuridades del mundo, lo lleva a apartarse de la civilización y a retirarse en una cabaña hasta encontrar las evidencias que busca, para bien o para mal. 


En Evil Dead 2:Dead by Dawn (1987) Raimi tuvo la ocurrencia de hacer algo sorprendente; no es exactamente una continuación de la anterior película, ni tampoco un remake, sino ambas cosas a la vez o lo que cada espectador prefiera. Funciona como continuación porque trata de qué es lo que le sucede al bueno de Ash  tras ser poseído por un demonio en la escena final de su precedente, y funciona también como remake, revisión o ampliación de la información dada en la película anterior, revisando el punto de partida (ya no hay grupo de amigos, ahora solo son Ash y su novia) de manera que la historia de amor será crucial para que Ash pueda liberarse del demonio que lo posee, en el momento en que contempla el medallón que le había regalado su prometida. Y todo ello desde un prisma humorístico y abocado a la autoparodia




Y, en fin, la posesión demoniaca sufrida por Ash ofrece, siempre con hipérbole humorística, buena parte del repertorio de fenómenos asociados a ella: pesadillas, presencias que acosan de algún modo a la persona que sufre algún tipo de influencia demoniaca, alucinaciones y visiones extrañas, poltergeist, ruidos y voces, etc. A destacar que, en este universo Evil Dead, la actividad demoniaca no sucede de inicio en el interior de la casa, sino que los espíritus proceden siempre del bosque y pueden invadir la casa solo cuando sus residentes abren un "portal" por donde los demonios entran en la realidad humana, interactúan con ella por medio de presencias sutiles, movimiento de objetos y sonidos extraños, hasta poseer a las almas finalmente. Lo último que cabe preguntarse es ¿algún parecido con la realidad?. Hay casas "encantadas" porque en algún momento sus habitantes han abierto "portales" mediante prácticas espiritistas. En este caso, los bosques, tradicionalmente y durante milenios, han sido lugar preferido por brujos y sectas que adoran a los "espíritus de la naturaleza", y en lo profundo de los bosques se han realizado ese tipo de ritos que permiten que esas entidades tengan poder para manifestarse de alguna manera. De ahí procede todo el folk sobre apariciones fantasmales en las montañas o en las zonas campestres.

lunes, 11 de marzo de 2024

Victimismo demoniaco




Si consideramos que el cine de terror lo que hace es representar y mostrar aquellos aspectos demoniacos de la personalidad humana y de la realidad que normalmente no podemos percibir, Evil Dead (2013) se inspira, desde su mismo prólogo y durante la mayor parte de su desarrollo, en la idea de la víctima aparente que en realidad es el verdugo y destructor de las almas, ese tipo de persona tóxica que intenta ocultar su culpa o responsabilidad a base de lloriquear o de culpar a los demás. La moraleja consiste en que, si nos dejamos engañar o de alguna manera tratamos de acercarnos o dialogar con la persona tóxica, los demonios devorarán nuestra alma.


Hay toda una historia personal, íntima y familiar en torno a esa cabaña en el bosque, historia que conecta el presente con el pasado, y que centra nuestra emoción y atención en los dos hermanos protagonistas. Es también una historia sobre un grupo de amigos que quieren reencontrarse y mejorar relaciones. No se entra en demasiados detalles, pero eso la hace humanamente más versátil y dramática que la película de Sam Raimi, su referente. Todos acuden a esa cabaña para mejorar sus vidas, pero al abrir la puerta a los demonios sucede justo al contrario...en principio.


El victimismo se encarna en la chica protagonista, que es drogadicta. Cuando sus amigos tratan de ayudarla, impidiendo que abandone la cabaña, casi parece que ellos son los perversos y que ella es la víctima, que además manipula a su hermano y trata de culpabilizarlo. En este punto la película tiene cierta ambigüedad, algunos espectadores pueden empatizar más con el enfermo y el débil, otros considerar que obligarla a no abandonar su retiro en la cabaña es una forma de control justificada por la gravedad del caso. Pero el prisma demonológico está muy claro: ella es la primera en ser poseída por ese demonio femenino del bosque, por su actitud victimista y su rebeldia, lo cual la hace un perfecto recipiente para los demonios.


A partir de ahí, toda la película es una exposición de cómo los demonios pueden influir, engañar, manipular, a base de fingir cosas que no son, de culpabilizar falsamente, de dar lástima a sus víctimas como forma de atraer, tentar, o controlar el pensamiento y la emoción del otro. 


Formas de protegernos contra esos demonios: la película muestra varias, como la purificación por el fuego ( símbolo de purificación por el fuego del Espíritu Santo ) el desmembramiento ( la aniquilación del cuerpo representa la destrucción del ego ) y el enterramiento (morir y nacer de nuevo). Solo cuando David resiste y afirma que ese demonio medio enterrado no es su hermana Mia, superando el engaño, consigue enterrarla y "resucitarla". Curiosamente, ahora es ella la que tiene el poder de vencer al demonio femenino del bosque, y lo vence aplicando el desmembramiento mediante sierra eléctrica. ¿No sería ese demonio femenino una contraimagen de sí misma, una forma de vencer esa parte de su ego que estaba bajo influencia demoniaca?. En definitiva, el personaje que de inicio era enfermo y débil, es finalmente el único que sobrevive, encuentra su redención y camina hacia un nuevo amanecer, mientras que los "fuertes" y "sanos" son devorados por los espectros de la noche.   



martes, 5 de marzo de 2024

La nueva Demons

 


Ni El exorcista, ni Demons, ni Posesión infernal son películas que hoy en día podamos decir que provocan verdadero terror. El exorcista es una obra de culto si la consideramos una película teológica cristiana sobre la guerra espiritual, pero ha envejecido mal porque ya somos tolerantes o hasta indiferentes a sus formas en la representación de lo demoniaco, igual que las anteriormente mencionadas. Parece que, muy consciente de todo ello, Fede Álvarez realizó esta Evil Dead, que no debe considerarse ni un remake ni tampoco un reboot de la película de Sam Raimi, sino esa película de terror demoníaco actualizado que supera a sus referentes y está aquí para ser el equivalente de ahora a aquellas escalofriantes sesiones de cine. Si ese horror, por cuanto nos lleva a considerar que el oscuro mundo de los demonios existe y está siempre esperando a que le abramos una puerta que les permita devorar nuestras almas, forma parte de la Fe, la creencia o la experiencia religiosa, se diria que el escalofrío, aunque prescindible, al igual que el horror atmosférico, se agradece.