Partiendo de la base de que el cine fantástico y de terror nos está hablando del origen preternatural y demoniaco de los males que estamos padeciendo en este planeta Tierra, hacemos un pequeño alto en el camino de la marcha habitual de esta bitácora para fijarnos en algo. Pero antes que nada quiero recordarme a mí mismo y a los hipotéticos lectores que, en el ámbito de las profecias bíblicas, de la religión o del mundo "parapsicológico" en general, siempre que alguien ha querido establecer un año concreto o una fecha exacta para un gran evento ( ya sea la segunda venida de Cristo o el inicio de la tercera guerra mundial, por poner ejemplos ) la experiencia nos indica que el vaticinio finalmente NO se cumple en esa fecha exacta, pero se cumple de alguna manera. Podríamos, por tanto, estar relativamente "tranquilos" respecto a un vaticinio que procede especialmente de dentro del ámbito de las iglesias cristianas, y que se refiere al año 2025 como el año del advenimiento de los demonios. Pero hay más, porque si miramos a otros ámbitos, como los de la geopolítica, geoestrategia, y los informes de analistas y de los servicios de inteligencia que en los últimos veinte años han estado pululando por internet y disponibles para cualquier lector curioso, parece que el en 2025 entramos en una zona roja, de máxima alerta mundial. O sea, que puede que esta vez el presagio sí se cumpla, o cuenta con unas probabilidades que rompen todas las marcas, porque vivimos en tiempos excepcionales. Teniendo en cuenta además la estrecha relación que existe entre demonología y criminología, si hacemos una recopilación de los sucesos de las últimas semanas, veremos que está pasando algo que no es normal, empezando por las abominables representaciones en los juegos olímpicos de Francia, y mirando ahora mismo al crimen del niño de Mocejón, en el cual un supuesto perturbado mental, guiado por su "otro yo", ha asesinado a puñaladas a un niño de 11 años que estaba jugando al futbol con sus amigos, en un pueblo pequeño, tranquilo, en una plácida mañana de domingo, cuando nadie podia pensar que algo así sucediese. Unos dias antes, en Inglaterra, otro "perturbado", también de tipo autista, entró en un colegio para infantes y asesinó a dos niñas. Y no puedo omitir las tres decapitaciones que en 72 horas tuvieron lugar en España hace pocas semanas, algo nunca visto, y recomiendo leer esta noticia. Y también esta otra acerca de magia negra y gallinas decapitadas.
Todo esto huele un poco raro, porque los que sabemos algo de psicología y de enfermedades mentales tenemos constancia de que ni los autistas ni los esquizofrénicos suelen ser violentos o peligrosos, sólo un porcentaje muy pequeño. Ah, pero por otro lado, ya hemos estudiado en esta bitácora, en los últimos años, la estrecha relación que existe entre influencia demoniaca y funcionamiento anormal del cerebro humano. Y ya nos advirtieron que desde el 2020 estamos asistiendo a una apertura masiva de "portales" a través de los cuales los demonios se acercan a nuestra realidad con mayor poder y peligrosidad. Ellos ya están aquí, y nosotros estamos en riesgo creciente de ser utilizados como instrumentos del Mal, o we are the demons, como apuntó el propio Lamberto Bava. Así que necesitamos empuñar la Espada del Espíritu, con urgencia.
Los demonios, como las malas personas, a escondidas entre el velo oscuro de la realidad, nos manipulan y nos destruyen a base de influir sutilmente en las mentes, llevándonos al crimen, las guerras y el caos. Pero cuando dan la cara, de frente y en una manifestación abierta ante la sociedad humana, se presentan, porque ellos son maestros de hipocresía, como ángeles de Luz que vienen a salvar a la humanidad del caos reinante. No se puede saber qué va a pasar en el 2025, o a partir del 2025, pero es menester considerar todo esto.
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