Acerca de la personalidad y la literatura de Clive Barker, y teniendo en cuenta el propósito principal del forum, podremos encontrar otros bloguers o sitios que ofrecen un mejor conocimiento sobre el tema. Aquí me limitaré a dejar algunos apuntes sobre su fugaz pero inolvidable filmografía, y sobre algunos aspectos relacionados con la demonología. Su primera película fue Hellraiser, uno de los productos más impresionantes, libérrimos, magistrales y horroríficos dentro del cine fantástico de la década de los ochenta. En principio, no es exactamente una película sobre demonios y la lucha contra el mal, por eso se queda bastante fuera de los márgenes establecidos para este forum. En realidad es una película sobre la filosofía sadomasoquista, en la que los daimones que aparecen (cenobitas) son figuras que representan los deseos más lujuriosos e inconfesables de la mente humana. Un hellraiser sería toda persona con tendencias autodestructivas, y capaz de destruir a cualquier otra persona con tal de satisfacer sus deseos personales y egoístas. Si los cenobitas son ese puente hacia la satisfacción de los apetitos carnales, entonces podemos considerar que, efectivamente, toda persona que practica el sadomasoquismo, como aparece en esta película, invoca a los demonios y se relaciona con ellos, consciente o inconscientemente. Dado que la filosofía sadomaso no parece contemplar la ley moral, un cenobita puede ser un ángel o un demonio, indistintamente ya que carece de un criterio moral. Así pues, aquí no aparecen crucifijos ni biblias que protejan a los personajes de las fuerzas del mal (insisto, es una película muy alejada de la tradición cristiana que ha inspirado a tantas películas del género) pero hay algunos aspectos subliminales que merecen un momento de atención: la figura de un Cristo encerrada en un armario, otra figura de Cristo ubicada frente a un ventanal, la cual, en los primeros instantes de la película, recibe la mirada hostil de Clare Higgins (la repugnante Julia) y las figuras de un Belén en el exterior de la casa, de la cual han sido desalojadas. Pero a pesar de todo sí podemos considerar que la película encierra una moraleja, y que Kirsty es la figura inocente que aparece para desbaratar los planes de Frank. Al final, todos los perversos acaban consumidos y destruidos por haber jugado y pactado con el demonio. Y ya en otro orden de cosas, cabe mencionar la figura del mendigo que come insectos:
Esta figura o imagen daimonica pertenece al conjunto de extrañas visiones que suelen tener las personas que están padeciendo algún tipo de influencia demoniaca, o ataque satánico. Puede aparecer durante el sueño o durante el estado de vigilia. Normalmente serán personas que han practicado alguna forma de espiritismo, o algún miembro de su hogar o núcleo familiar, como sucede en la película. Son apariciones que se presentan como perfectamente reales, pero el comportamiento del mendigo no es humano, tiene una extraña mirada que expresa algo relacionado con la existencia de un conflicto no declarado entre lo humano y los seres de las regiones invisibles. Normalmente las personas no entienden qué es lo que están viendo ni por qué están sufriendo ese tipo de apariciones, pero ellos sí lo saben, y lo expresan con una mirada que, tarde o temprano, hay que descifrar, como un modo de ser conscientes del conflicto y de que, desde luego, no están ahí para ser amigos de la humanidad. Quizás en otro momento volvamos al asunto del "mendigo", porque parece ser que los ángeles de Dios también se manifiestan de forma similar.
Y ya, Razas de noche es otro cantar. Hemos visto como, a pesar de su foco en la filosofía sadomaso, Hellraiser no carece de ciertos elementos que nos remiten al triunfo del bien y el castigo a los que obran mal. Se podría decir que en Clive Barker convergen el libertinaje con cierta conciencia moral de culpa, relacionado con su homosexualidad. Los homosexuales han sido perseguidos a lo largo de la historia, especialmente por parte de la institución de la Cruz, los encapuchados y las sotanas, y en principio la película sería una metáfora sobre ello. Pero a nivel temático y filosófico la película tiene una complejidad extraordinaria y fascinante. Las razas nocturnas serían todas aquellas personas que tienen alguna condición especial, del tipo que sea, que las condena a vivir en el submundo, en los subterráneos de la sociedad y la cultura humana. Incomprendidos, abandonados, deformados, marginales, no tiene por qué ser gente oscura en el sentido literal o espiritual, pero el estigma social hace que sean percibidos, erróneamente, como gente mala, oscura. Exteriormente, la película utiliza el panteón satánico - con Baphomet a la cabeza - para representar a los estigmatizados, y de esa forma podemos interpretarla simplemente como una exaltación de lo demoniaco, pero ya hemos visto que en esa categoría entran muchas variantes y de condición muy diversa. Desde cierto prisma, los herejes cristianos, que también han sido perseguidos por el catolicismo a lo largo de la historia, también son una raza oscura. Y los cristianos fueron perseguidos y asesinados por la excelsa sociedad romana de los siglos I al IV, por ser considerados enemigos del estado y de la sociedad. En relación con esto, la raza de los no- muertos se caracteriza por su muerte declarada al mundo y su vida para las cosas "celestiales". Un pulso vital demasiado débil o inexistente para las prescripciones y exigencias del mundo, y todavía demasiado mundano para los menesteres del mundo superior, lo cual los ubica en una especie de purgatorio o mundo del hades. Ni son de este mundo ni son del otro, pero están en camino. La cuestión es ser de la Raza, morir al mundo y empezar a despertar a las cosas de lo eterno, aunque la sociedad te vea como un vampiro, hombre-lobo, mutante, espectro o lo que sea. Pero recordemos, todo ese imaginario es fruto de la estigmatización o el no comprender ciertas formas de vida. Ahí está el centro temático de la película. Y se refiere a la esencia del alma gótica, respecto a lo cual la película es casi una catedral de espiritualidad gótica. El cementerio, el viaje a las montañas, los aullidos y susurros en la noche, el mundo oculto en las sombras bajo la tierra visible. Midian, donde todo es literal y a la vez es simbólico o representa otros estados del ser, otras filosofías, otros monstruos.
Pues parece que "Hellraiser" está más dentro de esa tradición de lo que se ha indicado en el post. Me llama la atención la figura de Jesús escondida en un armario, los belenes y sobre todo el Cristo junto al ventanal porque creo que es el mismo que posteriormente aparece oculto en el armario. El Cristo en el ventanal está lleno de luz ( la luz que entra por la ventana, que también tiene un valor simbólico ) y es el que suscita la mirada de rechazo en Julia. El hecho de que las imágenes de Cristo sean expulsadas de la casa es una forma de aludir a lo que Frank y su familia están haciendo. Han expulsado a Dios de sus vidas y quedan a merced de las fuerzas del mal, con la excepción (relativa) de Kirsty.
ResponderEliminarEl problema es que ese argumento de los "incomprendidos" lo utilizan los gnósticos para tergiversar los conceptos morales sobre el bien y el mal y presentar a los malos como si fueran los buenos. "Razas de noche" va en esa línea, aunque no niego que el poder metafórico de la película brinda la posibilidad de atenerse a otras interpretaciones.
ResponderEliminarHellraiser muestra la perversidad humana de una forma salvaje y directa pero no se olvida de mostrar el castigo a los que obran iniquidad. Estoy por pensar que es mucho más reaccionaria de lo que suponemos. ¿Cabe pensar en la posibilidad de que Clive Barker, en lo hondo de su conciencia, estuviera en un proceso de arrepentmiento que tiene que ver con "Razas de noche"?. Mostradme una película donde la maldad obtiene su premio y sin duda será puro satanismo. Si el cenobita es ángel para nos y demonio para otros es porque existe un criterio discriminatorio entre quienes están en la luz y quienes están en la oscuridad. Esto es cine religioso.
ResponderEliminar