I. Problemática...y película de culto
La película Communion resulta bastante problemática a la hora de abordar la demonología desde una base bíblica. Así que vamos a suponer que éste es el primero de una serie de escritos en los que trataré de cubrir todos los aspectos e interrogantes que plantea la película con el fin de atar los cabos. Como introducción veamos esos rasgos que hacen que esté dentro de la categoría de cult movie. El primero y más evidente es la temática acerca de los humanoides y todo lo relacionado con la ufología. Pero no es la temática en sí lo que llama nuestra atención, sino sobre todo la forma de abordar el que ha sido uno de los misterios más populares e intrigantes surgidos en la sociedad del siglo XX ( aunque sabemos que en realidad es un fenómeno que está ahí desde el principio de los tiempos, desde que Eva fue seducida por el Maligno disfrazado de "serpiente". De igual modo, en esta película los disfraces juegan un papel muy importante, y en algún momento se menciona el juego de cajas chinas - y atención a esas máscaras - como clave para entender la verdadera naturaleza del fenómeno ). Si reconocemos el carácter religioso de la ufología, Communion es la expresión de la necesidad de entrar en contacto con fuerzas e inteligencias que van más allá de lo humano, de explorar las regiones oscuras de la realidad, el presentimiento de que formamos parte de una trama ( o un conflicto ) de la cual no somos conscientes y, en definitiva, la necesidad de alcanzar las respuestas trascendentales acerca del sentido de la existencia. Y lo hace con la frescura, la excentricidad y la pasión que sólo se da en una película del videoclub de los ochenta, referida al sentir y al hacer de aquella época y de aquellos primeros pasos en el terreno de las cuestiones religiosas. Por otra parte, su forma de alternar los distintos escenarios sirve para construir una representación acerca de una forma de percibir la realidad en cualquier lugar, ya sea el dormitorio, la ciudad, la casa en el monte, una exposición de arte, el consultorio de una psicóloga o el bosque. Los seres del mundo invisible acechan en cualquier lugar y la experiencia humana es sólo una pequeña parte en el conjunto de mundos e inteligencias creadas por Dios. Por último, la interpretación de Christopher Walken- Whitley Strieber supone un pulso vital de inspiración para todos aquellos que están inmiscuidos en tareas creativas.
II. Los "visitantes" y Whitley
Si vamos al relato, Witley no parece ser una persona interesada en los mundos desconocidos. Los "visitantes" invaden su intimidad y su vida familiar, personal y creativa sin pedir permiso, forzando puertas y ventanas. Ese dato es más que suficiente para afirmar el carácter demoniaco de los "visitantes de dormitorio", sin necesidad de aludir a las vejaciones sexuales sufridas por las víctimas. Whitley, en otro momento de la película, afirma estar bajo control mental, "ellos" están modificando sus esquemas mentales y su comportamiento, convirtiéndolo en alguien más relativista, además de fumador. Y, sin embargo, parece que "ellos" son seres benignos, o pretenden dar un mensaje ecuménico de amor y tolerancia universal. La película no parece querer engañar a nadie, pero el mensaje predominante al final de su discurso es que "ellos", los que violan, invaden y juegan con la fragilidad y la ignorancia humana, son seres benignos, de alguna forma extraña e indescifrable. Y aquí está el tema...
III. ¿Quiénes o qué son "ellos"?
Aquí convendría repasar lo escrito acerca de Paranormal activity. También atender a la distinción entre la entidad que provoca un determinado fenómeno, y el fenómeno tal y como es percibido por la víctima de este tipo de ataques, es decir, el fenómeno daimonico o demoniaco. Los demonios no son personas o entes concretos y delimitados, son visiones que las personas tienen, son percepciones, figuras cambiantes y fluidas, compuestas de muchas máscaras y disfraces, como la misma naturaleza de los sueños, conforme a la descripción realizada por Patrick Harpur en su libro Realidad daimonica. Satanás, como el resto de su ejército de ángeles caídos, no suele mostrar su aspecto físico real, sino que utiliza máscaras. En relación con esto, en algún punto de las páginas de la obra El paraíso perdido de John Milton, se sugiere una idea coherente con nuestra exposición; cuando los ángeles caídos fueron arrojados al abismo que envuelve nuestro pequeño mundo conocido, Satanás pensó que la mejor forma de manejar al ser humano a su antojo era ocultarse en el imaginario colectivo de la humanidad, el mundo de los sueños, los arquetipos, las esperanzas de la humanidad cristalizadas en imágenes atractivas conforme a cada época y cultura. Por tanto, cada quién es libre de interpretar el fenómeno de los "visitantes de dormitorio" conforme a su preferencia, podemos pensar en un mundo de sueños inmanente o en un juego de sombras proyectadas por los titiriteros del Enemigo de Dios y de los hombres.
IV. Los testimonios...y el meollo del asunto
Como se ha apuntado antes, es una contradicción escandalosa que los mismos seres que invaden la intimidad del ser humano para vejarlo y manipularlo se presenten como amigos y benefactores. Todavía más preocupante es que los espectadores, y todos los que en algún momento de nuestras vidas hemos sido consumidores de este tipo de literaturas, nos hayamos tragado el anzuelo. Fácilmente se nos olvida la moral y la ética y nos dejamos seducir por el misterio y lo fascinador. A veces necesitamos imperiosamente creer que, si existen otros seres inteligentes en el universo, han de ser buenos, porque ya tenemos bastante con las miserias humanas como para estar pensando que los seres superiores también están llenos de maldad. ¿Quién podrá salvarse?. Pues para eso tenemos la Palabra de Dios, la cual, por un lado, nos advierte de que existen seres superiores a nosotros, y cuya maldad supera de forma inimaginable a la maldad humana. De hecho, odian al ser humano porque está destinado a poblar el Cielo del cual ellos fueron expulsados. Nosotros hablamos de envidia y odio como atributos humanos que se entremezclan con el amor y la bondad. Pero "ellos" son maldad pura. Por otro lado, la Palabra nos dice que Dios está al control de todo, y que el enemigo no tiene poder sobre nosotros...a no ser que se lo concedamos dando la espalda a la Luz, a la moral, a la ética, a la excelencia de Dios y a su santa palabra. Por eso, no existe ningún misterio, no hay nada que descubrir. O estamos en el camino del bien o estamos en el camino del mal. Para ir terminando, decir que, al contrario que otros fenómenos, sucesos o casos relacionados con la demonología ( por ejemplo, usted dificilmente tendrá que afrontar un caso de posesión demoníaca al estilo de El exorcista, porque son raros o practicamente inexistentes ) el tema de los "visitantes de dormitorio" es más común. Es probable que en más de un momento de su vida se tope con alguna persona que le cuente algo acerca de extrañas visiones en la noche, que ven "personas" u otros seres extraños junto a su cama, o en el pasillo de casa, figuras vestidas de blanco de extraña inexpresividad en el rostro, figuras de negro, personas con aspecto de mendigo que las acosan y luego desaparecen sin más. No me refiero a patologías psicológicas, hablo de personas normales y cabales que, de repente, empiezan a ver a "personas" que no deberían estar ahí. Pues esta gente está siendo víctima de un tipo de acoso que nos cuesta reconocer por los motivos expuestos en la entrada de hoy. Nadie tiene derecho a violar nuestra intimidad, ya sea humano o sobrehumano. Así que el mejor consejo que podemos darles a las personas que están viviendo este tipo de experiencias es que denuncien los fenómenos, y normalmente se recurre a la acción de algún sacerdote o pastor bíblico, que son los que realmente conocen el trasfondo del problema. Es un problema de origen espiritual.
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