Recordemos a grandes narradores del fantástico contemporáneo, como Paco Plaza, quien hace pocos meses afirmó que el cine de terror nos prepara para la realidad, y que si los niños leyeran o vieran más historias sobre monstruos y menos cuentos de hadas les iría mejor en la vida adulta. Desde aquí afirmamos que el tiempo venidero es un tiempo anómalo, donde la ficción invadirá la realidad de forma insospechada para los incrédulos del Apocalipsis y del cumplimiento de las profecías bíblicas. La Biblia es una suerte de perfecto equilibrio entre las historias de monstruos y los cuentos de hadas, nos advierte que el infierno a menudo se materializa en este planeta Tierra que habitamos, y a la vez nos asegura que se cumplirán las promesas de vida eterna en el Reino celestial de Dios. La Biblia es el mayor libro de ciencia-ficción jamás escrito, pero es la Palabra de Dios, y nunca deja de cumplirse.
No hace falta escribir ningún manifiesto sobre la identificación entre el género fantástico y la realidad, ya lo hizo M. Night Shyamalan en Unbreakable, donde Elijah Price, un fanático de los cómics sobre la lucha del bien contra el mal, afirmaba que "la realidad no cabe en las viñetas que fueron creadas para ella", y donde se aleccionaba sobre la necesidad de creer, tolerar y permitir que lo extraordinario entre en nuestras vidas. Pero son ficciones tan maduras y cargadas de realidad que incluso advierten de la contrapartida oscura y terrible que irremediablemente se materializará junto a los más bellos sueños de la humanidad. Siguiendo el mismo hilo, el cine de ciencia ficción ha sido esa "viñeta" que de alguna forma profetiza los escenarios finales de la historia de la humanidad, cuando lo humano deberá abiertamente enfrentarse y comunicarse con inteligencias no humanas, determinando el destino cósmico de la humanidad. Todo termina con un Viaje a las estrellas, tan solo es cuestión de escuchar la palabra de verdad y resistir a la blasfemia y la tergiversación, porque hay inteligencias que sirven al Creador y otras que mienten y manipulan a la humanidad con el propósito de arrebatarle sus sueños y dañar al Creador.
Quien ama la fantasía, tolera y comprende mejor la realidad de estos tiempos apasionantes y extraordinarios.
Siempre haciendo que la fantasía y la ciencia-ficción sean un modo de sentir y de estar en el mundo.
ResponderEliminarSon los géneros que nos remiten a las grandes preguntas, quienes somos, de donde venimos y a donde vamos. Soñamos con una teodicea explicada desde la serie B y la cultura popular en general. Bendiciones.
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